Es un sistema de curación mediante la aplicación de energía vital saludable, que el monje japonés Usui llamó Reiki, que significa Fuerza Vital Universal.
Reiki posee inteligencia propia y es benefactora. Jamás se puede haber un mal uso de ella, dada su naturaleza de Amor. Es la energía que mueve todo el Universo.
El reikista la canaliza principalmente a través de sus manos y Reiki sabe hacia dónde dirigirse y cómo actuar no sólo sobre el problema sino también en su causa. El Reikista es un canal, no usa su propia energía y además se beneficia siendo vehículo.
Purifica y elimina toxinas del cuerpo; fortalece el sistema inmunológico; es relajante y reduce el estrés; desbloquea y limpia los meridianos y chakras energéticos. Armoniza el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu.
Complementa a otros tratamientos, tanto naturales como alopáticos.
Desde 1995 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoce como una Terapia Complementaria de mejora de los estados de todo tipo de enfermedades y es utilizada en muchos hospitales del mundo apoyando el tratamiento médico.
Combina muy bien con otras terapias alternativas holísticas. Ayuda a recuperar la energía vital sea cual sea su edad y condición física o anímica; y a las personas, en su ciclo final, les proporciona paz y soporte.
Es aplicable también a animales, alimentos, ambientes,…
Es un Energía utilizada desde hace milenios y fue recuperada en el siglo XX por el monje japonés Mikao Usui.
Las iniciaciones son alineamientos Reiki que conectan a la Energía Vital Universal. Reiki no tiene afiliación religiosa y, por tanto, es válida para cualquier creyente (aumenta la conexión su Dios), agnóstico o ateo (les aporta un sentimiento de unidad personal)
La sesión de tratamiento Reiki puede ser recibida presencialmente tumbado o sentado con ropa cómoda o bien a distancia. Suele tener una duración de unos 45 minutos.
Para ser Reikista hay que recibir las iniciaciones o alineamientos.
Para transmitir este sistema curativo y de crecimiento personal requiere ser iniciado en Reiki. Cualquier persona puede acceder a esta transmisión hasta el nivel que desee.
El Reikista es iniciado por orden de niveles:
- Nivel 1. La energía canalizada aumenta la capacidad natural del cuerpo a sanarse y la persona iniciada es denominada terapeuta manual. Su ámbito de actuación es físico. En este nivel también se aprende el autotratamiento Reiki.
- Nivel 2. Proporciona el conocimiento y capacidad para actuar en los campos emocional y mental. Aumenta el poder de sanación física. Faculta para enviar energía Reiki a distancia tanto espacial como temporal, por tanto, también como sanación kármica.
- Nivel 3. Es la culminación Reiki. Es un regalo Divino (o del Universo) Es el portal a la plenitud de la Maestría Interior.
Cada nivel es un escalón que aumenta la capacidad canalizadora de Energía Vital y es un proceso de crecimiento personal. El Tercero ya es de acceso a la Maestría Interior.
Suele añadirse un cuarto nivel “La Maestría” en que el maestro aprender a ser Maestro de otros y pasarles los alineamientos y formación.
La Maestría aporta el conocimiento necesario para formar y dar iniciaciones Reiki en todos los niveles. Es un compromiso para enseñar Reiki a quien lo desee e iniciarle en Reiki I, II, III y Maestría.
Las iniciaciones o alineamientos Reiki conectan, a quien los recibe, de manera directa con la Fuente Vital Universal, una fuente inagotable de Amor.